1.- Que muchos delegados fueron elegidos sabiendo, desde el minuto cero, por qué opción tendrían que votar, sin necesidad de escuchar siquiera los proyectos. Cada cual valore qué se consigue con un sistema así.
2.- Que desde el 22 de mayo hasta el 28 de junio, esto es, en 35 días, este proyecto que yo encabezaba ha conseguido sumar al 30% de los delegados (espero que sean, de verdad, una representación del conjunto de los afiliados).
3.- Que he detectado durante todo el Congreso un halo de ilusión en el conjunto del progresismo navarro, de nuestros votantes y simpatizantes, que veían la posibilidad de que el PSN saliese de este Congreso fuerte y líder. El tiempo nos dirá si ha sido así, porque es lo que realmente debe preocuparnos lograr.
Al final, el Congreso ha servido para debatir, y por ello todos debemos felicitarnos. Ha sido un congreso tranquilo, de ideas, en el que creo hemos ganado todos (habrá quien diga, no sin razón, que los políticos siempre ganan... pero, en este caso, es así). Por eso me extrañó esa frase de Roberto de "sólo puede ganar uno, otra vez será". Es una frase pragmática. A mí me parece que en este congreso hemos ganado todos y eso es lo que a mí me gusta. Yo no me hubiera sentido ganadora sino que hubiera sentido que todos, y no sólo los que hubieran apostado por mi proyecto, habrían resultado ganadores. En ese sentido son formas distintas de ver el partido, el proyecto y, por tanto, el proceso de elección de la Secretaría General.
Al terminar el escrutinio, los periodistas me preguntaron mis impresiones, y se mostraron especialmente interesados por saber: “Y ahora, ¿qué?”. Pues la respuesta es fácil: ahora, a seguir trabajando. Trabajando por el PSN, por cambiar el PSN, por hacerlo mejor, más fuerte y más líder, por hacerlo más de todos y todas, más democrático, más participativo. En definitiva, seguir defendiendo, ya en el debate interno, mis ideas de giro a la izquierda, cambio político y renovación. Lo que haré simplemente es plantear aquellas cosas que considere que no son un objetivo para el partido. Entiendo eso como debate, entiendo eso como pluralidad y, por lo tanto, lo entiendo como riqueza dentro del partido.
Voy a seguir siendo igual de libre que lo he sido hasta ahora para plantear mis propuestas, las propuestas por las que he trabajado y las propuestas en las que creo. A partir de ahí las reglas internas están establecidas y no me cabe ninguna duda de que la democracia interna funcionará. Esto no es oposición interna: esto es debate. Invito a todos a ver el debate como fortaleza, porque eso es lo que es. Y eso es lo que puede ayudarnos a ser de verdad una alternativa para las próximas elecciones forales, y renovar el Partido en modos, formas, medios y discurso.
Eso será mi trabajo para el Partido. Mi trabajo para los ciudadanos continuará siendo, como en los cinco últimos años de mi vida, tratar de representarles con todo mi esfuerzo, con toda la dignidad, con todo mi corazón y con toda mi cabeza, desde el Parlamento Foral.
Ahora, eso sí, llega un periodo estival, de relajo (intentaremos). Pero este blog no cierra por vacaciones. Podéis continuar participando, os lo agradeceré. Nos seguimos leyendo.